Un local de comidas rápidas en Essex (Londres) se vio obligado a cambiar de nombre tras una amenaza por Warner Bros.
Los abogados del estudio de Hollywood se pusieron en contacto con los propietarios de Scooby Snax (el negocio), pero los dueños explicaron que lo nombraron así por su propio perro y no por el animado.
El estudio se dio cuenta que los propietarios intentaron registrar el nombre, solo para ser contactados por los abogados que le piden que cesen su actividad comercial bajo ese nombre.
Los dueños de Scooby Snax debieron pagar £ 20.000 por alterar todo con Scooby en el nombre.
Warner Bros. confirmó a Daily Mirror que se había contactado con la pareja propietaria para proteger sus derechos de propiedad intelectual sobre Scooby-Doo y Scooby Snacks (Scooby Galletas).
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