22 diciembre 2012

Guest Post por George Eduardo Llerena Torrico


La siguiente es una entrevista realizada por el Doonático George Eduardo Llerena Torrico a Mitch Watson, quien es guionista y productor de la actual serie Scooby-Doo! Misterios S.A.

Mitch Watson ha tenido éxito en una carrera difícil y poco convencional: escribir y producir animación televisiva. Actualmente, Watson cuenta con más de 10 años de experiencia en el medio, habiendo ganado renombre gracias a series como “Pinky y Cerebro”, “Tres espías sin límite”, “Beware the Batman” y su proyecto más aclamado, “¡Scooby-Doo! Misterios S.A.” cuyos ratings superan los 2 millones de espectadores en los Estados Unidos.

Hoy, desde los Angeles (su lugar de residencia) Watson comparte sus experiencias en el mundo de la animación con nosotros, nos habla sobre lo diferente que es escribir guiones para series animadas y nos da cuenta de sus trabajos más reconocidos.


¿Cómo descubriste que te interesaba ser escritor?

“Empecé escribiendo guiones en casa, porque quería ser guionista de cine cuando salí de la universidad. Me conseguí un muy buen agente pero no encontraba trabajo, y en un momento me dí cuenta de que no tenía idea de en qué me estaba metiendo. En serio, descubrí que sólo le estaba haciendo perder el tiempo a la gente que confiaba en mí. Así que comencé a escribir obras teatrales, aprendí cómo escribir diálogo, me codeé con los actores (porque yo escribía junto con ellos, 4 o 5 libretos al día) y me fue bien en esa área. Eso me llevó a escribir guiones para TV”.

¿Cómo te convertiste en guionista en un campo tan difícil como el de la animación televisiva?

“Empecé desde abajo, lo cual es bueno porque aprendí todo sobre el desarrollo de una serie animada. Trabajaba en una compañía llamada Klasky Csupo, empresa que produjo “Rugrats”, “los Thornberrys”, “Ginger” y “Duckman”. Escalé posiciones hasta ser productor, pero continué escribiendo teatro por las noches y produciendo durante el día. Solía sentarme en la oficina de guionistas a ver cómo trabajaban, y ahí me dí cuenta de que eso era lo que yo quería hacer. La empresa estaba produciendo un show llamado “¡Aaahh! ¡Monstruos de verdad!” y yo era el tipo fastidioso que cada semana les dejaba libretos para que los compraran e hicieran un capítulo mío, pero siempre me rechazaban. Finalmente, me compraron un episodio, y la suerte jugó a mi favor. Alguien de la Warner Brothers había visto una de mis obras teatrales, y esa misma semana me pidió que trabajara para ellos. Así, escribí mi primer episodio para una serie animada, llamada “¡Fenomenoide!”

¿Cuál es la diferencia entre escribir el libreto de una serie animada, y escribir para una serie de TV filmada con cámaras, o una obra teatral?

“Es terriblemente diferente, porque la obra de teatro o la película cinematográfica se enfocan más en el diálogo. En cambio, cuando escribes un guión animado tienes que pensar mucho en el aspecto visual. ¡Imagínate que alguien venga a presentarte un libreto para un dibujo animado y te enseñe media página de diálogo! Eso, en animación, es super aburrido: poner a un personaje animado quieto y ver sus labios moviéndose no está bien, porque pierdes tiempo valioso: la animación es un medio ilimitado, visualmente puedes hacer cualquier cosa, y no hay razón para que tus personajes estén sentados hablando. Es algo que no se debe hacer”.

La nueva serie “¡Scooby-Doo! Misterios S.A.” cosechó gran éxito tanto en crítica como en sintonía. Por estos lares, el programa debutó en 2011 por Cartoon Network, y el público se enganchó con los misterios, el humor y los personajes. Incluso se hicieron novelas, videojuegos y juguetes basados en la serie. ¿cómo lograron que una franquicia clásica como “Scooby-Doo” tuviera tanta popularidad en nuestros días?

“Fue todo un reto. Cuando Sam Register (un amigo mío muy querido, que ahora es vicepresidente de Warner Bros. Animation) se me acercó en 2008 y me dijo que quería relanzar a “Scooby-Doo”, primero dije que no estaba interesado. Yo también soy fan del programa, ya había visto lo que habían hecho las series anteriores y no quería hacer lo mismo una y otra vez. Sam me preguntó qué quería hacer, y recuerdo que en ese tiempo yo estaba obsesionado con la fama que había obtenido el relanzamiento de Battlestar Galactica. Quería repetir ese éxito con “Scooby-Doo”, así que Sam me dijo que trabajara en la idea y se la presentara”.

Watson se reunió con Spike Brandt y Tony Cervone (productores de Warner Bros.) y en un par de semanas el equipo concibió una idea y argumento para el show.

“Básicamente, empezamos a hacernos preguntas sobre los personajes y sus orígenes, y descubrimos que ninguno de nosotros sabía qué edad tenían los protagonistas. Yo pensaba que eran estudiantes de secundaria, Tony creía que estaban en la universidad… pero ninguna serie lo había mencionado antes, jamás los habían retratado como verdaderos adolescentes. Tampoco teníamos idea de quiénes eran sus padres porque ninguna serie los había mostrado de forma oficial nunca, y no sabíamos dónde vivían”.

En busca de respuestas, Watson, Brandt y Cervone hicieron algo que nadie había hecho antes: revisaron los archivos originales escritos por Joe Ruby y Ken Spears en el año 1969 para la primera serie de “Scooby-Doo”, aquellos datos sobre los personajes que habían permanecido ocultos por más de 40 años.

“Descubrimos que los creadores habían establecido edades precisas para los personajes (Fred y Shaggy tienen 17 años, Daphne 16 y Vilma 15) y que los protagonistas vivían en Laguna Beach, una ciudad del estado de California. Eso lo teníamos que mantener, y lentamente empezamos a construir una idea para la serie, que era responder todas las preguntas que siempre se han hecho los fanáticos, respetando lo que habían creado Ruby y Spears. Cambiamos el nombre Laguna Beach por “Crystal Cove” (una ciudad que quedaba frente al mar) y quisimos contar la historia del pueblo. No recuerdo cómo se nos ocurrió, pero decidimos situar la serie en una ciudad cuya economía gira en torno al turismo, como uno de los pueblos encantados de Nueva Inglaterra, y que la pandilla probara que los fantasmas son falsos, molestando a los ciudadanos”.

La comedia del programa sería más irónica: un tipo de humor rápido y diferente que buscaba no repetir el humor plano y tonto de las otras series, que en opinión de Watson, eran bastante predecibles y aburridas. Para el escritor, lo que habían hecho con los personajes en los últimos años era de lo más ridículo.

“Increíblemente, a Sam Register le encantó el proyecto y lo aprobó, con la condición de que lo hiciéramos más terrorífico. Luego se lo presentamos a Peter Roth (presidente de WB Television) y primero pensamos que iba a odiarlo, porque él es fan de “Scooby-Doo”, pero lo adoró e incluso aportó una idea para el final de la primera temporada. Empezamos a escribir los guiones, pero faltaba que los productores originales nos dieran su aprobación. Frank Welker (actor que ha hecho la voz de Fred desde 1969) amó el programa, porque antes su personaje era blando, no hacía nada; ahora le dimos personalidad y construimos toda una historia a su alrededor. “Scooby-Doo” es mi serie favorita, porque toda la gente con quien trabajé en el proyecto fue fabulosa. Fue una experiencia maravillosa. Lástima que me tuve que ir del programa en la segunda temporada (la cual creo que la están transmitiendo ahora). Mike F. Ryan tomó mi lugar como guionista, pero la historia de la serie ya la dejé preparada con Spike y Tony para que ellos la desarrollen”.

Cuéntanos de tu nuevo proyecto, “Beware the Batman”.

“Es un show animado por computadora que saldrá por Cartoon Network en 2013, y puedo decir que no hemos alterado dramáticamente el concepto. Es similar a “Scooby-Doo” pero con menos humor. Aquí, Batman vuelve a sus orígenes como detective, y se dedica a resolver misterios en vez de sólo andar por ahí en el batimóvil. Además, hemos sacado villanos de los archivos que nunca antes han aparecido, y la gente de DC nos está ayudando mucho con eso. Me encanta trabajar en Batman porque él era mi ídolo cuando niño, aunque en un momento dejé de leer los cómics. El año pasado presentamos varios pilotos de Batman antes que nos aprobaran la serie, y me reenganché otra vez con el personaje. Ahora sé más sobre Batman y las formas distintas en que ha evolucionado: desde el héroe oscuro de los 40 hasta una persona más real y psicológica en los 60 y 70”.

Para terminar, ¿qué consejo le darías a aquellos que quieren ser escritores para animación?

“La mejor forma de entrar en el medio es conseguir un trabajo como asistente de guionista. Muchos creen que uno sugiere una idea y enseguida la aprueban, pero la verdad es que todo se basa en lo bien que te relaciones con el equipo de producción: ellos ven que eres bueno y te dan la oportunidad. A mí nadie me dijo que tenías que hacer eso cuando empecé; yo hice las cosas por el camino difícil, que es mandar guiones esperando que alguien los lea. Otro consejo sería que siempre hagas lo que los ejecutivos te pidan: nunca creas que puedes impresionarlos o dártelas de gran escritor. Guárdate tu creatividad para cuando te asciendan, pero recuerda que tus ideas pueden ser útiles y siempre las puedes aprovechar. Todos podemos hacerlo”.

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